¿Qué es la Carboxiterapia y por qué es una opción segura y efectiva?

La carboxiterapia es un tratamiento médico-estético no quirúrgico que consiste en la aplicación controlada de dióxido de carbono (CO₂) en la piel o el tejido subcutáneo mediante microinyecciones. Este gas, que el cuerpo produce de forma natural, estimula de manera inmediata la circulación sanguínea, el drenaje linfático y la producción de colágeno, logrando una mejora visible en la textura, firmeza y salud de la piel.

¿Para qué sirve la carboxiterapia?

Está indicada para tratar múltiples condiciones estéticas y terapéuticas:

• Celulitis y grasa localizada: Ayuda a disolver los depósitos de grasa y a mejorar la circulación, facilitando el drenaje de toxinas.
• Flacidez facial y corporal: Reafirma la piel al activar la producción de colágeno y elastina.
• Estrías y cicatrices: Regenera el tejido y mejora notablemente la apariencia de marcas y lesiones cutáneas.
• Ojeras oscuras: Mejora el flujo sanguíneo en la zona, reduciendo el tono oscuro debajo de los ojos.
• Envejecimiento cutáneo: Aporta oxígeno y nutrientes a las células, restaurando el brillo y elasticidad de la piel.
• Recuperación postoperatoria: En algunos casos, se utiliza para acelerar la recuperación de tejidos después de cirugías estéticas.

¿Cómo funciona?

Cuando se inyecta el CO₂ en los tejidos, el cuerpo interpreta este aumento como una señal de que necesita más oxígeno, lo que provoca una vasodilatación inmediata. Esto mejora la microcirculación, oxigena las células y estimula la regeneración del tejido.

El resultado es una piel más firme, suave, oxigenada y con mejor tono, sin la necesidad de recurrir a tratamientos invasivos o tiempo de recuperación prolongado.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

El número de sesiones varía según el objetivo del tratamiento y las condiciones particulares de cada paciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos se recomiendan entre 6 y 12 sesiones, con una frecuencia de 1 o 2 veces por semana. Los primeros resultados son visibles desde las primeras aplicaciones, y continúan mejorando con el tiempo.

¿Cuánto dura cada sesión?

Cada sesión suele durar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la zona tratada. Es un procedimiento ambulatorio, rápido y con mínimos cuidados post-tratamiento.

¿Es doloroso?

El tratamiento puede generar una ligera molestia o sensación de presión durante la inyección del gas, pero es bien tolerado. Algunas personas pueden experimentar una sensación de calor o hinchazón leve que desaparece en pocas horas.

¿Tiene efectos secundarios?

En general, es un tratamiento seguro. Los efectos secundarios son leves y temporales, como:

• Enrojecimiento leve en la zona tratada
• Pequeños hematomas o sensación de ardor
• Hinchazón temporal

Estos efectos desaparecen espontáneamente en pocas horas o días, sin interferir con las actividades diarias.

¿Por qué elegir carboxiterapia en lugar de otros tratamientos?

A diferencia de otros procedimientos estéticos, la carboxiterapia no introduce sustancias artificiales ni implica cirugía, lo que la convierte en una alternativa más natural y con menor riesgo. Además, actúa sobre la causa de los problemas estéticos —la mala circulación, la pérdida de elasticidad y la acumulación de grasa— y no solo en sus síntomas.

Evaluación personalizada

Cada paciente recibe una valoración profesional individual, donde se analiza su tipo de piel, historial clínico y objetivos estéticos, para definir un plan de tratamiento personalizado y seguro.

Solicita tu consulta y descubre cómo la carboxiterapia puede ayudarte a lograr una piel más firme, luminosa y saludable.

Para garantizar una recuperación adecuada y potenciar los resultados del tratamiento, es importante seguir ciertas recomendaciones después de cada sesión de carboxiterapia. Aunque es un procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo, estos cuidados ayudan a minimizar molestias y asegurar la efectividad del proceso.

1. Evita el ejercicio físico intenso

Durante las primeras 24 horas tras la sesión, se recomienda no realizar actividades físicas exigentes para evitar inflamaciones o molestias en la zona tratada.

2. No te expongas al sol ni al calor

Evita exponerte al sol, saunas, baños calientes o cámaras de bronceado al menos por 48 horas después de la aplicación. El calor puede aumentar la inflamación o provocar irritaciones.

3. Hidrátate correctamente

Beber abundante agua (mínimo 2 litros al día) ayuda a mejorar el drenaje linfático, favorece la eliminación de toxinas y optimiza los efectos del tratamiento.

4. Evita masajes o fricciones en la zona tratada

No apliques cremas, masajes intensos ni presiones fuertes en el área tratada durante las primeras 24 horas. Esto evita irritaciones y permite que el gas se distribuya de manera adecuada.

5. Alimentación ligera

Opta por una dieta balanceada y evita alimentos muy salados, grasos o procesados después del procedimiento, ya que pueden favorecer la retención de líquidos o la inflamación.

6. Evita el consumo de alcohol y tabaco

Ambos factores afectan la oxigenación de los tejidos y pueden interferir con el proceso de recuperación y los resultados del tratamiento.

7. Uso de prendas cómodas

Evita el uso de ropa ajustada en las zonas tratadas. Las prendas holgadas permiten una mejor circulación y mayor comodidad post sesión.

¿Cuándo contactar al profesional?

Es normal sentir una ligera molestia, calor o enrojecimiento en la zona tratada por algunas horas. Sin embargo, si se presenta dolor persistente, inflamación excesiva o signos de infección, es importante comunicarse de inmediato con nuestro personal para asistirle.